Entrada # 5

¡Bienvenidos a la quinta entrada de estos Cinco Meses en el Parlamento Europeo!

Una semana con algunas cositas más que la semana pasada, in primis porque estuve en el Parlamento y no en mi casa =D El que en cambio sí estuvo con Covid19 esta semana es uno de mis policy advisors, que me dejó usar su oficina. Así que estuve toda la semana con una oficina prácticamente para mí solo:



El lunes, mi compañera Diane nos invitó a un evento organizado por el grupo de los Verdes dentro del mismo Parlamento. Era la proyección de una película, con actores franceses famosos, que se llama Goliath y narra la historia de una empresa que produce un pesticida tóxico para humanos, los efectos en los campesinos y cómo esa empresa hace lobby –por ejemplo– en el Parlamento europeo. Por lo que entendí, está inspirada en una historia real. Después hubo un debate con el director, el productor, una actriz y un MEP.




El martes participé en una reunión con mis policy advisors, en la que designaron quién tomaba los nuevos dossiers. Alguno encontraba X tema más interesante, o tomaba X tema porque ya tenía experiencia con eso, o elegía X dossier porque forma parte de una delegación inherente. Me gustó que fuera una cosa horizontal y que hubiera generosidad entre ellos.

Además, estuve trabajando con enmiendas de varios dossiers, participé en diversos meetings tomando notas y escribiendo reportes. En las reuniones, algunos representantes de grupos políticos participan más y son meticulosos, otros proponen poca cosa y solo van con la mayoría. Calculo que eso varía según la comisión. Tengo la sensación de que, como IMCO es una comisión bastante técnica, la parte política, que existe y está, es más bien limitada. Y tengo curiosidad de ver qué aportan los policy advisors de los grupos políticos más conservadores en Comisiones como LIBE (libertades civiles) y FEMM (derechos de las mujeres e igualdad de género).

El miércoles tuvimos una visita especial en el Parlamento: Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, habló en el recinto, que llaman hemiciclo. Su discurso, que me gustó mucho, estuvo centrado en la importancia del multilateralismo contra populismos, nacionalismos y nativismos ("nativismo", término más usado en la literatura en inglés que en español; aún suena raro en castellano). A la vez, dijo que la paz, la verdad, la democracia y la justicia están cuestionadas por ese trío, y a partir de eso desarrolló en temas claves como el ambiente, la democracia y las instituciones, la complejidad de los problemas.



Me gusta también que hable de manera clara y entrelace el inglés y el francés, como reflejo del uso de ambos idiomas en su país (como curiosidad, sería interesante ver si esto ocurre con los jefes de gobierno de Bélgica, Suiza y otros países con más de un idioma oficial).

Trudeau se auto–definió progresista, cosa que yo comparto. Entre otras cosas, habló de inclusión, de comunidades nativas ("pueblos originarios"). Trudeau es el líder del Partido Liberal canadiense. Estas dos cosas, liberalismo y progresismo, que en la política occidental no solo son perfectamente compatibles sino que son complementarias, en Argentina tienen otro significado. Eso genera una gran confusión, creemos que el progresismo no es Trudeau o Macron sino la principal de nuestras fuerzas populistas; creemos que el liberalismo no es Kaja Kallas o Guy Verhofstadt sino Espert. Pues malas noticias, estimados comentaristas y tuiteros argentinos.


Yo seguí el discurso desde la oficina. Más tarde, la finlandesa Sofía me recordó que podemos ver las sesiones en el hemiciclo, desde la tribuna del cuarto piso. Así que el jueves fui más temprano que lo habitual, porque con la visita de Biden y el vértice de la OTAN los colectivos estaban desviados

(me bajé un par de paradas antes, en Schuman, y me saqué esta foto frente a la Comisión Europea),



me tomé un café en las tazas europeas que ustedes ya vieron en la Entrada # 1 y antes de comenzar con los meetings y las enmiendas, pasé un momento por el recinto. Escuché el debate entre unos pocos MEPs (sobre 'The power of the EU: Joint European action for more affordable, secure and sustainable energy'), entre ellos a Nicola Danti, de Italia Viva. 



Fue la primera vez que escuché un debate en el hemiciclo del EP. La primera vez que presencié un debate parlamentario fue en la House of Commons, en Londres. La segunda, en Montecitorio (Cámara de diputados italiana). La tercera, el otro día. ¿Ustedes presenciaron un debate en una asamblea como estas, alguna vez?

Cambiando de tema, algunas de las cosas que comí esta semana en la cantina: este arroz que no estaba tan bueno.



Pero este otro arroz con champiñones y la tortilla de papa con espinaca estaban un kilo y dos pancitos: 





El miércoles pasé por la oficina del Secretary General de Renew, que se llama Anders Rasmussen (no confundir con Anders Fogh Rasmussen, el ex PM danés y ex Secretario de la OTAN). La semana pasada nos había invitado a un desayuno en su oficina y yo, por motivos sanitarios, no pude asistir. Así que le mandé un correo electrónico y fui a presentarme personalmente, porque vado avanti. Creo que hice bien.

Más tarde, al salir del Parlamento, hice una escala Plux para tomarme una cerveza, había muy poca gente y yo no tuve los habituales motivos para quejarme. Por el contrario, casualmente me encontré con Javi López, diputado socialista español a quien había conocido en 2017, en Roma. Desde entonces nos seguimos en Twitter e intercambiamos algún comentario o mensaje. Total, que hablamos un momento y quedamos en tomar un café en el Parlamento.

El jueves volví a pasar por Plux muy brevemente, con algunos de mis compañeros. La primavera ya llegó y Plux tenía algo de Plaza Francia, con varios sentados en el pasto.



Promediando la cerveza, la francesa Clémence propuso ir al "apejitivó italianó", cosa que no tardé en aceptar, con unos pocos más (la mayoría desertó, yo no entiendo esta supuesta juventud). Fuimos a un barcito de la representación de la Región Piemonte, a pocos minutos de Plux, donde bebimos y comimos cosas como esta tablita:


Había música italiana y conforme pasaba el tiempo, los tanos comenzaban a cantar y bailar éxitos como Vespa Special y La casa in riva al mare. Son gente divertida, nada que hacer. Hablé con varias personas, entre ellos un lobbista de una multinacional, otras personas que trabajan en el Parlamento y la Comisión Europea y algunos que no sé qué hacían. Intercambié contactos con varios ellos, pero no con la que me dijo que no soportaba a Renzi y cuando le pregunté sobre qué era el referendum de 2016, no supo responder y se dio vuelta y se fue. Es más fácil "no soportar" a las personas que votar responsablemente. Luego de un rato, vino la policía porque parece que estábamos haciendo mucho ruido. Entramos al bar y Giusi, la mujer que manejaba el lugar, tuvo la deferencia de servirnos unos chupitos por la molestia de la policía. Voy a volver al apejitivó italianó.

Después de eso, al dirigirme a la parada del bondi, crucé Plux: no se podía entrar a los bares de la cantidad de gente que había. El griego Dimitrios me dijo que a finales de primavera cierran toda la plaza, inclusive la parte donde pasan los colectivos, y la plaza se llena de gente:


El viernes fue un día muy tranquilo. Los viernes, por lo general, se trabaja medio día. Almorcé con las dos Sofías y luego fuimos a la pequeña terraza del séptimo piso, donde se puede fumar y donde las jóvenes tuvieron su pucho de después de comer. Desde allí vimos el edificio Willy Brandt, que es parte del Parlamento (de hecho allí están los eurodiputados de Renew Europe). En el techo están estos paneles solares


Más tarde me fui a pasear por el centro. Pasé por el Palacio Real, que durante la golden hour es particularmente bonito.



Y mañana comienza una nueva semana.

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