Entrada # 13: ESPECIAL ESTRASBURGO!

¡Bienvenidos a la decimotercera entrada de estos cinco meses en el Parlamento europeo!

Hoy presentamos el especial Estrasburgo + Staff away day (clap clap clap clap clap)

Como dijimos, la sede oficial del Parlamento de la UE está en Estrasburgo, y allí tiene lugar la primera sesión de cada mes. El resto de las sesiones, que llaman adicionales, son en Bruselas. Es decir que una semana por mes, el Parlamento (MEPs, asistentes, policy advisors, funcionarios, etc.) se muda a la ciudad francesa.

Las personas viajan en el Thalys, que hace una brevísima parada en el aeropuerto de Paris. El viaje en total dura poco más de tres horas. El lunes a la mañana salen dos trenes exclusivos para pasajeros del Parlamento, que llevan a aproximadamente tres mil personas cada uno (hice el cálculo a ojo, quizás me equivoco); el mío salió a las 9h37. La parte principal del trabajo en Estrasburgo va desde el lunes al mediodía hasta el jueves a la misma hora. Las jornadas son muy largas, con sesión y votos hasta tarde a la noche. El jueves a la tarde salen otros dos trenes exclusivos del Parlamento – el mío salió a las 15h37.


Para subir hay que mostrar la credencial y durante el viaje pasa el personal de Thalys con una planilla y pregunta los nombres. Es como si pasaran lista, tachan el nombre de uno y siguen. Aunque en estos viajes el tren va lleno, el Thalys es muy cómodo y yo saludé a varios, a quienes conocía. Me daba la sensación de excursión de escuela, pero con adultos burócratas.

Qué lindo es viajar en tren. Recordé el tango Silencio, que no es tan lindo como viajar en tren, porque narra la historia de cinco hermanos franceses, "Y al grito de guerra, los hombres se matan / cubriendo de sangre, los campos de Francia." Una crónica de la Primera Guerra y del dolor de la madre que ahora tiene cinco medallas. Total, que cruzando los campos de Francia sonó Carlitos.


El lunes dejé las cosas en el AirBnb que había reservado, en una zona bastante céntrica y a unos 25' caminando del Parlamento, y bordeé el muy agradable río Ill:


Luego de pasar el centro, hay dos partes distintas; una con edificios de los años '60 (de los que no saqué fotos porque no la encontré bonita) y detrás, la Cité Ungemach, un barrio de los años '20 con casitas como estas.



Junto a Ungemach hay un complejo de edificios, con tres principales: el Louise Weiss, el Winston Churchill y el Salvador de Madariaga. En total, hay más de mil oficinas parlamentarias. Este es el más grande de los edificios –el Louise Weiss–, donde está el recinto:


Al entrar, hay que cruzar este patio, que en cierta forma emula los anfiteatros romanos:


¿Estuviste en el Coliseo?


El edificio del Parlamento es muy cálido, con luz natural y estas plantas colgantes, una especie de lianas institucionales. El ambiente un poco escandinavo, una especie de loft enorme, recuerda vagamente las visitas al IKEA.



El Weiss, donde está el recinto, el comedor y algunas salas principales, está conectado con el Churchill y el Madariaga (que tienen oficinas, algún café, alguna sala) por este pasillo que cruza el río Ill:


Me hice un poco el lindo entre las banderas:


Todos los días de la misión me hice un rato para visitar el hemiciclo, que es más grande que el de Bruselas. Tiene 750 bancas, que se pueden extender a 785, y 680 butacas para visitantes. Y es impresionante verlo – en especial si Ursula von der Leyen, la Presidente de la Comisión Europea, está dirigiéndose a la Asamblea, al lado de Roberta Metsola y Charles Michel, Presidentes del Parlamento y del Consejo Europeo: 


Esta semana hubo novedades importantes en el Parlamento: la asamblea rechazó un enorme paquete legislativo, el "Fit for 55" (que busca reducir las emisiones al menos un 55% para 2030), con enmiendas de último momento y un resultado inesperado: socialistas, verdes y la extrema derecha votaron en contra. Los primeros, por encontrarla insuficiente; los últimos por lo contrario.

Políticamente es un error, porque si querés 10 pero podés obtener 6 o 7, eso es mejor que nada, y luego verás cómo alcanzar la parte que te falta. A veces hacer política es conseguir resultados de menor dimensión que los deseados, pero en la dirección que uno quiere. Un momento antes del voto, la Presidente del grupo S&D (socialista) reunió a los suyos para rechazar la propuesta, que ahora vuelve a la Comisión, a ver si se aclaran un poco las ideas. De todos modos, estamos perdiendo momentum y además no está garantizado que se consiga un acuerdo mejor. Veremos qué pasa.

El cargador común para los dispositivos electrónicos, un dossier sobre el que hablamos en el pasado, fue aprobado y desde 2024 los dispositivos que se vendan en la UE deberán tener el USB-C, para producir menos chatarra electrónica. Una super noticia para Europa y para el ambiente, que espero sirva de ejemplo para otros países.

Por otra parte, sucesivamente a la Conferencia del Futuro de Europa que tuvo lugar hace unas pocas semanas, los MEPs votaron a favor de la revisión de los Tratados (fundamentales de la UE), como indica el Art. 48 del Tratado de la Unión Europea. Esto es muy importante, en especial si se termina la maldita unanimidad y el veto en el Consejo, porque permitirá actualizar los Tratados para tener una Unión más ágil.

Otra cosa: tuve la suerte de presenciar el discurso de Ruslan Stefanchuk, Presidente del Parlamento ucraniano. Les agradeció a los MEPs por el apoyo y pidió que Ucrania reciba el status de país candidato a miembro de la Unión Europea. La foto es del Twitter de Roberta Metsola:


En la semana también tuvimos nuestras reuniones de grupo. Aprendo un montón en estas reuniones. Precisamente hablaba con uno de mis compañeros sobre el hecho de que los MEPs de Renew Europe son personas que trabajan un montón, discuten (a veces apasionadamente), se mueven, exigen, presentan argumentos. En cada reunión de grupo comparto el espacio con tres ex Primeros Ministros y con otras personas que tienen una experiencia impresionante. En ningún otro grupo del Parlamento me sentiría tan en casa como en Renew Europe. Las reuniones de esta semana tuvieron lugar en esta sala:


Y esta otra foto de la reunión del lunes, que el MEP y vicepresidente del grupo Nicola Danti posteó en sus redes. A ver si me encuentran:


En otro orden de cosas, Francia está dividida en regiones, similares a las provincias argentinas, y Estrasburgo está en la región Gran Este, históricamente llamada Alsacia. Como saben, en la segunda mitad del siglo XIX, el prusiano von Bismarck alteró un telegrama sobre un encuentro entre el embajador francés y el rey de Prusia, con el objetivo de provocar al nacionalismo francés, en un momento de ebullición de los nacionalismos. El emperador Napoleón III, que estaba debilitado, se vio obligado a declarar la guerra que sabría que perdería. Es decir que unas fake-news decimonónicas decidieron la suerte de Europa. Se enfrentaron entonces 120 mil soldados franceses contra 200 mil prusianos, y la batalla de Sedan de 1870, donde el mismo emperador fue cercado, representó entre otras cosas la anexión de los territorios franceses de Alsacia y buena parte de Lorena por parte de Prusia. El Parlamento francés votó, en Bordeaux, a favor del Tratado de Frankfurt, que reconocía esos territorios como prusianos. Los diputados de Alsacia protestaron, pero el Tratado fue legalizado por el Parlamento (luego de la Primera Guerra, Francia recuperó los territorios).

El lunes, después del Parlamento, decidí irme a tomar una cerveza. A Alemania. Estrasburgo está prácticamente en la frontera y es muy sencillo cruzar el río Rhin. Caminé unas cuadras y encontré este puente, llamado "Puente de la protesta", en recuerdo de la queja por la anexión:


Me tomé un colectivo, que me dejó a poco más de un kilómetro de la frontera, y crucé caminando.



Una linda vista del Rhin:


El puente Beatus-Renanus tiene inscripciones de románticos de frontera:


Llegué a Kehl, un pueblo más bien chiquito. Me tomé una cerveza en un lugar improbable, con personas que fumaban adentro y que no hablaban inglés:




Estoy contento de haber vuelto a Alemania, luego de tanto tiempo.

El martes a la mañana descubrí que las personas en Estrasburgo usan mucho la bicicleta, en especial familias con chicos y chicos solos:



En el Parlamento nos visitó Micheál Martin, el taoiseach (Primer Ministro) de Irlanda. Participó de una reunión con el grupo de Renew Europe y al día siguiente habló en el recinto sobre los beneficios que representa para Irlanda la pertenencia a la Unión Europea y sobre el impacto de Brexit.


A la tarde tuvimos otra reunión de grupo, que mi amiga Violeta siguió desde Bruselas. Parece que me enfocaron y me mandó la captura de pantalla. En qué habré estado pensando:


El martes fuimos a cenar para festejar el cumple de mi compañera Khrystyna. Comí estos champignones con noséqué y chucrut, que es típico de la zona. Pensé que me iba a gustar más:


Luego de las doce le cantamos el feliz cumple a la danesa Annika. Dormí poco. Al día siguiente, otra maratón de doce horas en el Parlamento, votos y reuniones, y al volver encontramos a la Presidenta del Parlamento cenando en un restaurante muy agradable sobre el Ill. Estaba sentada junto a la ventana, con un grupo de personas. Comentamos lo curioso que era ver a una persona como Metsola comiendo y conversando tranquilamente en un lugar público – y que tampoco era carísimo, según acusaba el menú. Superada esta situación, nos fuimos a cenar Emmanuel, Sofía la hispano-francesa, los norteamericanos (que llegaron hace poco al grupo) y yo a un restaurante típico de Alsacia, que evidentemente no era el mismo de la Presidenta. Nos atendieron muy bien, no pagamos mucho y todo estaba un poco más rico que la cena anterior. Después nos fuimos a tomar un gin tonic. Tampoco dormí mucho esa noche.

El jueves tuve una de las experiencias francesas por excelencia, que es comer un pain au chocolat por la calle.



Y para despedirnos de Estrasburgo, hoy Francia vota para el Parlamento. Ojalá que allí gane Fontanel, el candidato del partido de Macron:


En vuelta en el Thalys, todos estaban dormidísimos. Se ve que no fui el único.

El viernes hubo Staff Away Day, una cosa parecida a un día de campo. Es una iniciativa de Renew Europe, la importancia del team building y tal. Qué maravilla mi grupo, ¿eh? Fuimos a un lugar cerca de Waterloo, a media hora de Bruselas. Nos recibieron con café y esta patisserie que creó adicción en varios:


Luego tuvimos que elegir si hacer mountain bike o randonnée, es decir caminata en el bosque. No ha de sorprenderles que haya elegido la segunda. Una hora y pico caminando con mis amigos Ciara, Diane, Dimitrios y Domenico y otra gente en un bosque lindísimo y con una personal trainer que nos daba ejercicios (que seguíamos con una meticulosidad relativa).


De vuelta de la caminata comimos y bebimos maravillosamente:


El regreso, acaso un poco temprano, fue a las 14h30, yo me tomé el café arriba del micro. Podríamos habernos quedado un poco más, la verdad. Pero igual la pasamos muy bien.


Igual la pasamos muy bien.

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